El viernes a las 11 cogemos el bus, llegamos a Salou, vemos los apartamentos, CYE SALOU, perfectos, muy bonitos, muy todo. Comemos, vamos a la playa hasta las siete y media o por ahi, vamos a los apartamentos, cenamos toda la clase juntos en el 103 (terraza enorme). Salimos por ahi, hasta ahí muy bien. Pachito etc. Todo se truncó cuando fuimos a acompañar a Inés al apartamento (en el quinto coño), por cierto Inés, no bebas más del grifo del lavabo de una discoteca, nos íbamos a marchar cuando de repente llama María: Bafa ves echando leches al apartamento porque han robado. Zas! en toda la boca...
Con Íngrid, Noe y Aguas corriendo por calles (casi nos perdemos, pero mi gps interno funcionó). Llegamos y aun tuvimos suerte de tener el único apartamento que no robaron, entre otras cosas porque daba al otro lado del edificio. Cosas mal a partir de entonces. A siete le pegaron una paliza, mal mal. Adios a la noche tan buena que llevábamos. ¿De qué va la gente? Ya ya... En fín, el caso es que estábamos esperando en la calle y dice Aguas, yo necesito dormir una hora o dos, sino no rindo mañana. Sube al único apartamento que podíamos entrar ya que no habían robado, se dispone a bajar para decirnos que va a dormir un par de horetas... ¡PUM! se cierra la puerta... ¡¡Las llaves!! Baja Aguas con Tere y nos dicen, las llaves están dentro. Bien, ¿qué más puede pasar? El caso es que el segurata de los apartamentos no entraba en razones y no nos dio la llave de nuestra habitación. Nos dijo que esperáramos hasta las ocho de la mañana que vendría en encargado. A dormir a los sofás... Como indigentes... Pobre Noelia con los agobios se ahogaba y tubo que ir a la farmacia a por un mentolín o no sé cómo lo llama. En fin, que a las siete y media el señor segurata nos dio la llave. Subimos, esperamos a las ocho a que venga la recepcionista y bajamos a quejarnos. Así de claro. Subimos y dormimos un rato.
El sábado comimos genial en un restaurante de la misma calle, fuimos a la playa y cenamos en nuestra terraza, bueno, del apartamento de la quinta planta, pues pedimos que nos lo cambiaran (menudas vistas, no como el del primero), el caso es que cenamos allí y luego salimos por ahi. Tere, Noe y yo retiramos pronto. Dolor de cabeza + dolor de pies = necesidad de cama. Por la mañana del domingo hicimos las maletas y nos fuimos a jugar a billares y por ahi, luego a la playa un ratico y a comer una señora paella en el Capri. Después de comer fuimos a la playa, el caso es que estaba nublado y nada, jugar a las cartas y por ahi... Jejeje. Por último fuimos a recoger la fianza y las maletas a CYE SALOU y nos fuimos a coger el bus de Sisques. Fin.
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