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miércoles, 27 de mayo de 2009

El secuestro de Carmen. (Parte Nº3)

Pasaron cerca de dos meses en los cuales tanto la familia como la policía no había parado de rastrear el bosque. Estaban desolados, ya no sabían qué hacer. Sin embargo, Sofía encontró rastros de sangre en una camisa de su marido, inmediatamente le preguntó, pero él se limitó a decir que eran de algún animal herido, pues le gustaba cazar.

Sofía decidió contratar a un detective privado a espaldas de su marido, desde el hayazgo de la camisa manchada de sangre su relación ya no era la misma, y aunque no tuviera pruebas para culparlo, su sexto sentido se iluminó.
Tras unas semanas investigando, se encontraron pisadas en una zona del bosque muy poco transitada, ni la policía había podido acceder a ella. El detective encontró un sótano y se le aclararon las ideas. Carmen tenía que estar allí dentro. Procuró no ser visto y decidió entrar. Tras unos lúgubres pasadizos encontró una puerta, tras ella, unos lamentos. Tiró la puerta abajo y se encontró con una niña asustadiza, temerosa de la luz, y que lloraba sin cesar. ¿Carmen? ¿Eres Carmen? Soy amigo de tu mamá Sofía, vengo a buscarte - dijo el detective. La niña realmente era Carmen, pero por desgracia Juan estaba detrás, es por esto que la niña no se atrevía a dar un paso al frente. Juan atacó al detective, pero por más que lo intentó, acabó herido de bala, el detective había pensado en todo y se había armado. Rápidamente el detective cogió a Carmen en brazos y huyó hacia la casa de Sofía. Nadie puede imaginar la alegría que inundó el corazón de una madre al volver a ver a su hija tras unos meses.
Gracias a la ayuda del detective, el cuerpo policial pudo detener a Juan.
Sofía ahora vive con su actual pareja, Miguel, y junto a su hija Carmen, que cuenta ya con diez años, Juan, y el pequeño que apenas da sus primeros pasos. Sofía encontró la felicidad con Miguel el verano siguiente al secuestro, se mudaron a un piso en el centro de Madrid, pues Carmen necesitaba alejarse de los bosques y recibir tratamiento. No es fácil para una niña pequeña vivir un secuestro.
Respecto a Juan, la justicia dicta que debe permanecer en prisión por 20 años, pero después, saldrá de nuevo a la calle. Ese es el temor de Sofía, pero Miguel todas las noches le jura que a su lado estarán a salvo...

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